domingo, 29 de julio de 2012

Pirineos 2012 - Valle de Benasque - Posets

Otro años más, y van cuatro seguidos, continuamos fieles a nuestra cita con Pirineos. Esta vez repetimos en el Valle de Benasque con el objetivo de intentar el ascenso al Posets, segundo pico más alto de Pirineos después del Aneto.

Esta vez cambiamos el itinerario de llegada a la montaña, Juan estaba por Barcelona y yo acudí allí en tren, una vez reunidos en la ciudad condal, seguimos ruta en coche. Atravesamos Lleida, Monzón y Barbastro para acceder al Valle de Benasque por la N-123, remontando el Ésera.

Llegamos a mediodía a Eriste y buscamos un sitio donde comer, después sin perder tiempo cogimos el coche y salimos de Eriste hacia Benasque, enseguida nos desviamos por una carretera muy revirada que sube por la ladera del valle siguiendo el curso del Río Eriste. Después de unos 5 km la carretera acaba en un aparcamiento entre la exuberante vegetación (Pleta d'Estallo). A partir de ahí seguimos a pie por el sendero que a de llevarnos al Refugio del Forcau o Ángel Orús. El sendero es cómodo, pero con una gran pendiente, en poca distancia salvamos un desnivel de unos 600 metros, ya que el refugio se encuentra a 2150 msnm. Atravesamos un bosquete de avellanos, álamos temblones y boj, y parajes tan espectaculares como la Cascada de Espigantosa. Vamos ascendiendo paralelos a un barranco hasta lo dejamos rumbo al refugio, después de un último y duro repecho "el Rompechulos", estamos frente a la puerta del refugio.
Sendero de acceso al Refugio del Forcau

Nos instalamos en el refugio y salimos a su terraza a disfrutar de las impresionantes vistas. Enfrente tenemos el profundo barranco de Aigüeta, por donde fluye el Río Eriste, alimentado por los torrentes Llardana y de los Ibones, detrás la Cresta de los Forcaus guardándonos las espaldas. Nos vamos a dormir pronto porque el día siguiente va a ser largo y duro.
Refugio del Forcau o Ángel Orús con la Cresta de los Forcaus detrás

Barranco de los Ibones y Tuca dels Corbets dede el Refugio Forcau


Salimos al amanecer, íbamos a seguir la ruta clásica, saliendo hacia el noroeste del refugio, hacia el Torrente de la Llardana, una vez cruzado éste, nos adentramos por la Canal Fonda,  un profundo y bello barranco entre el impresionante Diente de la Llardana y la Tuca Alta. En este punto nos encontramos con algunos tramos con hielo, pero los crampones no son necesarios.

Diente de la Llardana
La pendiente dentro de la canal es muy acusada y empleamos bastante tiempo en atravesarla, una vez superada nos encontramos un pequeño descansillo antes de afrontar el último esfuerzo. Nos quedan unos 300 metros hasta la cumbre, para llegar a ésta, nos encaramamos a la cresta sur de la Sierra Llardana que culmina en la Cumbre del Posets.
Descanso tras el Diente de Llardana, cresta sur con el Posets de fondo.



Juan como siempre va como una moto, pero yo empiezo a sentir los efectos de la altura y los últimos metros se me hacen muy largos. Finalmente, cansados pero satisfechos, hacemos cumbre, a pesar de la niebla que empieza a entrar, el paisaje es impresionante.








Después de unos minutos contemplando la inmensidad de los Pirineos desde esta imponente atalaya, desandamos el camino para bajar por donde habíamos subido. Pero cuando estamos a punto de atravesar la Canal Fonda, entre el diente de la Llardana y la Tuca Alta, se me ocurre otra "brillante" idea similar a la del "atajo" del barrando de la Maladeta del pasado año.

La ocurrencia consistía en abandonar el sendero a la altura del collado que hay entre la Tuca Alta y la Cresta sur de la Llardana, de ahí bajaríamos por un canchal "campo a través" hasta el Ibón Negro. Después continuaríamos descendiendo hacia el oeste por toda la ristra de ibones hasta el Ibón de los Alforahes donde seguiríamos un sendero que recogían los mapas y que daba una gran vuelta hasta que se unía con el sendero a Forcau.

Una vez más Juan se negaba, pero después de una exposición convincente de mi plan salimos del sendero principal y empezamos a bajar por el lecho de cascotes graníticos. La ruta tenía sentido y rompíamos con la monotonía de un sendero bidireccional. Al poco me di cuenta que había una cuestión que no había tenido en mi plan.... las curvas de nivel. Y es que lo que en el mapa parecía un corto y sencillo descenso hasta el Ibón Negro, se tradujo en una bajada de más de 300 metros por un pedregal rompepiernas sin sendero alguno, y entre los dos sólo teníamos un ligamento cruzado que sujetase nuestras castigadas rodillas...

Bajando al Ibón Negro
Tras algunos justificados reproches, al fin llegamos al Ibón Negro o de Posets, decidimos darnos un baño reponedor que duró aproximadamente un segundo y medio, la temperatura del agua era tal que salimos con dolor en la cabeza y todas las articulaciones, cuando recuperamos el color piel habitual, nos sentimos mucho mejor.

Ibón Negro o de Posets

Ibón Negro o de Posets

Ibón Negro o de Posets
Bordeamos el Ibón por su orilla norte y nos encontramos con el esqueleto de un sarrio. Descendimos a un valle llamado acertadamente de los Ibones, puesto que iban sucediéndose uno tras otro con dimensiones y profundidad variable. En algunos más someros y a pesar de que nos encontramos a más de 2500 msnm, encontramos renacuajos y alguna rana adulta.








Al poco aparece un sendero entre los pequeños lagos que circula por en medio de el valle y va girando hacia el suroeste avanzando entre grandes peñascos. Paramos a comer junto a los ibones y continuamos la ruta, pasamos junto al Ibón de Eriste, antesala del Barranco de los Ibones que veíamos desde el Refugio el día anterior. Seguimos el sendero que iba a enlazar con el que seguimos en la subida, pero a mitad de camino decidimos atajar siguiendo una "linea recta" al refugio. Para ello cruzamos el Barranco de la Llardana, el recorrido es precioso pero nos retrasa aún más. Al final llegamos al Forcau bien entrada la tarde tras más de 12 horas de ruta. Una vez más se cumplió aquello de que los "atajos cortos traen largos retrasos", aunque en esta ocasión, por los lugares que vimos, mereció la pena.

Dormimos en el refugio, que dejamos pronto por la mañana, desandamos el camino hasta el coche por el bonito bosquete. Y nos dirigimos al Plan de Turpí, pasado Benasque, para alojarnos en el camping de mismo nombre. Esa mañana la dedicamos a descansar un dar una vuelta por este bello lugar junto al Ésera. Ya por la tarde nos acercamos al Plan de Hospital y paseamos por los alrededores del Hospital de Benasque.


Llanos del Hospital

Hospital del Benasque

Llanos del Hospital

Llanos del Hospital

Rana bermeja (Rana temporaria) Llanos del Hospital

Lagartija roquera (Podaricis muralis) Llanos del Hospital

Baños de Benasque desde el Plan de Turpí

El día siguiente tenemos pensado subir a la Salbaguardia, un pico de 2758 metros en la frontera con Francia. Es un ascenso relativamente sencillo al que se accede desde los Llanos del Hospital, pero no obstante son unos 900 metros de desnivel que suponen un largo recorrido con las fuerzas justitas desde el día del Posets. Durante la subida pasamos por el Portillón de Benasque, un paso fronterizo natural y ancestral con el país galo. Una vez en cumbre, las vistas son espectaculares, teniendo justo enfrente el macizo de la Maladeta y el Aneto.


Ruta a la Salbaguardia por el Barranco de la Peña Blanca, la Peña Blanca a la Derecha 
Juan descansando con el Macizo de la Maladeta de fondo.

Salbaguardia

Abastecimiento de la Renclusa desde el Portillón de Benasque


Macizo de la Maladeta desde el Portillón de Benasque


Lacs Boums du Port, lado francés 

Buitre leonado (Gyps fulvus)


Lagartija pirenaica (Lacerta bonnali)



Plan del Hospital desde la Salbaguardia

Aneto desde la Salvaguardia
Tritón pirenaico (Calotriton asper), de bajada, llegando a los Llanos del Hospital
Al día siguiente levantamos campamento, retornamos a Alicante y decidimos cambiar nuestro habitual plan de deporte-aventura por darnos un baño en un espacio natural. Vamos sin rumbo fijo y decidimos darnos una vuelta por el Parque Natural de los Cañones de Guara, donde hay decenas de sitio donde realizar dicha actividad.

Finalmente acabamos en Alquézar un bello pueblo pueblo fortaleza de origen árabe y medieval. Se sitúa en una elevación junto al cañón excavado por el río Vero. Tras una breve visita al núcleo urbano, descendemos al cauce y remontamos el río aguas arriba hasta un bonito lugar con muchas pozas y el río encajonado. Después vamos aguas abajo hasta una antigua central hidroeléctrica con represa y azud reconvertida en piscina para lugareños y visitantes.


Río Vero 
Río Vero 

Río Vero 

Río Vero 

Río Vero 


Río Vero 

Alquézar
Así dejamos Alquézar, Huesca y los Pirineos, y esta vez no fue hasta el año siguiente... fin?